Hace unos cuarenta años, los mismos que tiene quien escribe estas letras, un joven cineasta llamado Ridley Scott recibió el encargo de dirigir un guion firmado por Dan O’Bannon, titulado "Star Beast"; pero antes de nada pongámonos en situación. En 1977, una historia en la que nadie había creído sobre rubiales en kimono, malos que respiraban fuerte, princesas guerreras, chatarras repipis, aventurados contrabandistas y hombres peludos, se convertiría en el éxito más inesperado de la historia del celuloide. Nos estamos refiriendo a "La Guerra de las Galaxias" (Star Wars, George Lucas). Hasta entonces, la mayor parte de productoras habían desdeñado la ciencia ficción como un subproducto para públicos minoritarios y de gusto poco refinado.
